Ron Santa Teresa es una marca de ron reconocida a nivel mundial, pero su impacto trasciende más allá de la industria de las bebidas alcohólicas. Se ha convertido en una herramienta de transformación social, una fuente de inspiración y un motor de desarrollo comunitario en Venezuela. A través de diversas iniciativas, tanto dentro como fuera de la Hacienda Santa Teresa, Ron Santa Teresa trabaja incansablemente para construir un mundo con propósito y generar un impacto positivo en la sociedad.
La Hacienda Santa Teresa es el corazón de las operaciones de Ron Santa Teresa. Pero esta hacienda es mucho más que una destilería de ron; es un lugar mágico que alberga una serie de espacios y proyectos que promueven el desarrollo económico y social en la región.
Además de los proyectos en la Hacienda Santa Teresa, la marca también se preocupa por ofrecer una experiencia única a los turistas que desean vivir el encanto de este lugar.
La Hacienda Santa Teresa: Más que una destilería de ron
Situada en los hermosos paisajes de los Valles de Aragua, esta hacienda se ha convertido en un motor de desarrollo económico y social para la región y el país.
En la Hacienda Santa Teresa, se llevan a cabo diversos proyectos que buscan preservar la historia y la tradición, así como fomentar la conexión con la naturaleza.
Estos proyectos en la Hacienda Santa Teresa no solo promueven el turismo, sino que también generan empleo y oportunidades económicas para la comunidad local. Además, la hacienda se ha convertido en un espacio de encuentro para eventos culturales y sociales, como conciertos, festivales y actividades educativas.
Uno de los aspectos más destacados de la Hacienda de Ron Santa Teresa es su legado histórico, el cual se remonta a más de 200 años. Esta longeva historia es un testimonio del compromiso y la pasión que ha impulsado a la destilería a lo largo de los años. Desde su fundación en 1796, la hacienda ha sido testigo de numerosos acontecimientos y ha resistido los desafíos del tiempo, convirtiéndose en un símbolo de tradición y autenticidad.
La Hacienda de Ron Santa Teresa tiene sus raíces en Venezuela, donde ha desempeñado un papel fundamental en el desarrollo de la industria del ron en el país. A lo largo de su trayectoria, ha enfrentado momentos difíciles, como conflictos políticos y económicos, pero ha logrado mantenerse y prosperar. Esta capacidad de adaptación y resistencia ha consolidado su posición como una de las destilerías más reconocidas y respetadas en el ámbito del ron.
La historia de la Hacienda de Ron Santa Teresa está estrechamente ligada a su ubicación geográfica. Situada en los hermosos paisajes de los Valles de Aragua, la hacienda ha sido testigo del paso del tiempo y ha preservado su esencia a lo largo de cinco generaciones. Los terrenos de la hacienda abarcan vastas extensiones de tierra donde se cultivan y seleccionan cuidadosamente la materia prima que se utiliza para la producción del ron.
La producción artesanal de Ron Santa Teresa: Un legado de excelencia
La producción artesanal de Ron Santa Teresa 1796 es un legado de excelencia que ha perdurado a lo largo de los años. Desde sus inicios en 1796, la destilería ha mantenido un compromiso inquebrantable con la calidad y la tradición, convirtiéndose en un referente en la industria del ron a nivel mundial.
El proceso de producción de Ron Santa Teresa 1796 se distingue por su meticulosa atención en cada detalle La destilería utiliza caña de azúcar de alta calidad, cultivada en los campos de la hacienda, y emplea métodos de fermentación y destilación que han sido perfeccionados a lo largo de generaciones.
La destilería cuenta con una vasta colección de barricas que albergan diferentes edades y tipos de ron, permitiendo una cuidadosa mezcla y añejamiento para lograr perfiles de sabor
Una de las características distintivas de Ron Santa Teresa 1796 es su proceso de triple añejamiento: el primero de ellos en barricas de roble, el segundo en la solera y tercero en toneles. El líquido final es envasado y sellado manualmente por las manos redimidas de un alcatraz, quien se encarga de dibujar la gota característica de este, el rum súper premium más premiado del mundo.
En el municipio Aragua, la intervención urbanística de Casas Blancas en el sector Juan Moreno ha generado un impacto significativo en el embellecimiento de la zona y el impulso del desarrollo turístico, en colaboración con el sector público, el sector privado y la comunidad.
Casas Blancas, surgido en 2012, tiene como objetivo principal mejorar la calidad ambiental y estética del sector Juan Moreno, con miras a fomentar el turismo y promover la creación de nuevos emprendimientos y servicios para los visitantes y la comunidad.
Este proyecto abarca diversas acciones, como mejoras en el paisajismo, la renovación externa de viviendas, la recuperación de espacios públicos y el fortalecimiento del liderazgo local. Los resultados han sido notables, con un total de 680 casas pintadas y 152 techos sustituidos.
Además, se han instalado 150 letreros que identifican las casas y se han creado 25 áreas verdes con la plantación de trinitarias. Asimismo, se ha logrado la recuperación de 7 espacios públicos, contribuyendo así a la revitalización de la zona y al disfrute de sus habitantes.
Uno de ellos es El Mirador, un impresionante punto de observación ubicado dentro de la comunidad Juan Moreno, que ofrece vistas panorámicas de los campos de caña de azúcar y los valles circundantes. Los visitantes pueden disfrutar de la belleza natural, respirar aire fresco y apreciar la grandeza de la hacienda.
Otro de los espacios intervenidos, un lugar donde las personas pueden reunirse, disfrutar de actividades al aire libre y compartir momentos especiales. Este espacio se ha convertido en un punto de encuentro para los habitantes locales y los visitantes de la hacienda.
Todas estas iniciativas se han llevado a cabo en colaboración con los líderes comunitarios, quienes han participado activamente en la planificación y ejecución de las diferentes actividades de remodelación.
Este enfoque integral busca generar beneficios tanto para la economía local como para la comunidad en general.
Este proyecto refleja el compromiso de la Fundación Santa Teresa con la comunidad para impulsar el desarrollo local. La intervención urbanística de Casas Blancas ha transformado la imagen urbana del sector Juan Moreno, generando un entorno más atractivo y acogedor para residentes y visitantes.
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Proyecto Alcatraz y fundación Santa Teresa, encontraron en el rugby una poderosa herramienta de transformación social en el municipio Revenga. Destacando varios proyectos, asociados a este deporte.
La Liga Infantil de Rugby, establecida en 2018, tiene como objetivo formar una nueva generación de jugadores para el Alcatraz Rugby Club. En esta liga participan los mejores jugadores del rugby escolar y comunitario, brindándoles la oportunidad de desarrollar su talento y aspirar a convertirse en jugadores competentes. Sin embargo, para lograrlo, se les exige demostrar compromiso y disciplina, valores fundamentales en la práctica de este deporte.
Mientras que el rugby escolar lleva el deporte a 11 escuelas del municipio, haciendo un énfasis especial en los valores del deporte: Respeto, Disciplina, trabajo en equipo, espíritu deportivo y humildad.
Ambos proyectos funcionan como una estrategia de prevención del crimen y la violencia. Los niños de El Consejo sueñan con ser rugbistas y en el polideportivo de la hacienda Santa Teresa tienen la oportunidad de materializar ese deseo.
En cuanto al Alcatraz Rugby Club, además de ser un equipo de alto desempeño en la Liga Venezolana de Rugby, ha sido un vehículo para prevenir la violencia en el municipio Revenga. Con más de 84 jugadores activos y un enfoque en la formación integral de los jóvenes, el club ha logrado forjar valores como el respeto, la solidaridad y el trabajo en equipo. Los jugadores no solo se destacan en el campo de juego, sino que también participan activamente en proyectos comunitarios y acciones de responsabilidad social.
El Alcatraz Rugby Club ha demostrado que el rugby trasciende las barreras sociales y contribuye a la inclusión y al desarrollo personal de los jóvenes. A través de la práctica de este deporte, se fomenta la disciplina, la superación de obstáculos y la adquisición de habilidades para la vida. El club se ha convertido en un referente para la juventud del municipio Revenga, ofreciendo una alternativa positiva para alejarse de situaciones de riesgo y promoviendo la construcción de un futuro próspero.
Por otro lado, el Rugby Penitenciario se inició en 2013 con la noble misión de transformar socialmente a las personas privadas de libertad a través de la práctica constante y disciplinada del rugby. Este programa va más allá del aspecto deportivo, pues también proporciona acompañamiento psicológico y formación en valores. Los participantes tienen la oportunidad de recibir entrenamientos teóricos y prácticos, participar en festivales anuales y competir en el prestigioso Torneo Santa Teresa 7. Actualmente, el programa se ha expandido a 37 centros penitenciarios a nivel nacional y ha beneficiado a más de 900 privados de libertad.
El impacto de estos proyectos es notable. El Proyecto Alcatraz, como parte integral de esta iniciativa, ha logrado desarticular 11 bandas delictivas y ha brindado una oportunidad de transformación a más de 250 jóvenes con problemas de conducta. Desde su inicio en el año 2003, este programa ha trabajado incansablemente para disminuir la violencia y la delincuencia en el municipio Revenga. Su enfoque en la justicia restaurativa, el trabajo, la formación en valores y la práctica del rugby ha demostrado ser efectivo en la reinserción social de los participantes.
Estos proyectos sociales han dejado una huella significativa en el municipio Revenga. Han logrado transformar vidas, inspirar cambios positivos y fomentar el espíritu de comunidad. El compromiso de la Fundación, el apoyo de la comunidad y la pasión por el rugby se han unido para generar oportunidades y construir un futuro mejor para todos los involucrados.
La experiencia y los logros obtenidos hasta ahora son un testimonio del poder del deporte como herramienta de transformación social. A través del rugby, se ha demostrado que es posible superar adversidades, promover la inclusión y construir una sociedad más justa y equitativa.
Ron Santa Teresa se destaca en el mercado por su constante búsqueda de innovación y excelencia en la producción de ron. La destilería ha logrado mantenerse a la vanguardia de la industria gracias a su enfoque en la calidad, la creatividad y la mejora continua.
Una de las formas en que Ron Santa Teresa muestra su espíritu innovador es a través de la experimentación con nuevos métodos de destilación y técnicas de envejecimiento. La destilería combina la tradición con la innovación, utilizando alambiques de cobre y barricas de roble, pero también explorando otras opciones para crear perfiles de sabor únicos. Este enfoque experimental ha llevado a la creación de rones excepcionales y ha ganado reconocimiento en la industria.
Otra muestra de la excelencia de Ron Santa Teresa es su participación en competencias y premiaciones internacionales. A lo largo de los años, sus rones han obtenido numerosos reconocimientos y medallas, posicionándose como referentes de calidad a nivel mundial. Estos logros reflejan el esfuerzo y la dedicación de la destilería por ofrecer productos excepcionales a sus consumidores.
Nuestro recorrido te llevará a presenciar el cuidado minucioso de la materia prima, desde la transformación de la melaza hasta el proceso único de obtención de los alcoholes que darán vida a nuestros rones. Adéntrate en el área de procesamiento y añejamiento, donde podrás apreciar los blendings originales y el meticuloso proceso de envasado.
Acompañado de uno de nuestros embajadores de marca, descubrirás la importancia de la transformación en Santa Teresa 1796. Más que el líquido que se encuentra en las botellas, este ron representa un propósito y una herramienta de cambio. Conocerás las manos expertas que desarrollan la maestría y los procesos artesanales que hacen de cada botella de 1796 algo único.
Continuaremos la experiencia con el fascinante proceso de triple añejamiento, la solera y la sutileza que caracterizan a nuestro ron. Terminaremos con una degustación del líquido final, brindando con el Perfect Serve de Santa Teresa 1796 “El Cojonudo”.
Para culminar un día inolvidable, serás testigo de un atardecer único mientras te deleitas con una coctelería a base de 1796. En este lugar mágico, conectarás con las raíces de la hacienda y percibirás los aromas que te rodean. Esta experiencia maravillosa no solo te invita a disfrutar del ron, sino que también te muestra cómo Santa Teresa transforma vidas.
Sumérgete en la maestría, descubre la historia y vive momentos inolvidables en la Hacienda Santa Teresa.
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Hoy tuvimos el honor de probar un ron de 25 años y otro de 6 años, directamente de la barrica.
En nuestra destilería, contamos con tres tipos de alcoholes distintos. El primero es el alcohol de la primera columna, un líquido aromático con cautivadoras notas frutales. Luego está el alcohol neutro, que también tuvimos el placer de probar, y finalmente, el alcohol post still Pero ahí no termina la historia, nos adentramos en la bodega para descubrir el caso de Santa Teresa 1796, una mezcla de rones que abarcan desde los 4 hasta los 35 años.
Es importante mencionar que, según la legislación en Venezuela, un ron debe tener un mínimo de dos años de envejecimiento para llevar ese nombre. Sin embargo, nosotros no nos conformamos solo con el tiempo de añejamiento, sino que vamos más allá con un proceso de solera.
En la solera, ocurre un proceso fascinante. Extraemos parte del ron de la última fila y lo vamos rellenando uno a uno los barriles en forma de cascada, de arriba hacia abajo. El tercer ron rellena el cuarto, el segundo rellena el tercero, el primero va al segundo, y nos queda el 50% que complementaremos con el blend de relleno. Durante este proceso, se lleva a cabo nuestro segundo añejamiento. Para lograr que cada ron baje hasta el final, se requieren al menos cuatro meses. Realizamos los movimientos cada dos meses, de modo que cuando extraemos el ron, ya ha pasado un mínimo de ocho meses de envejecimiento en este segundo proceso.
¿Qué conseguimos con este proceso? Logramos el refinamiento, permitiendo que todos los sabores se fusionan armoniosamente. Pensemos en una sopa de leña o un hervido. ¿Quién no ha disfrutado de un hervido al día siguiente de ser preparado? Es simplemente delicioso. A medida que se absorben y se casan los sabores, se produce una transformación increíble. Los mismos ingredientes, sin añadir nada más, se concentran y se equilibran con el tiempo.
Otro aspecto importante que observamos en la solera es que nunca se vacía por completo. Siempre queda una parte del ron original que llenamos en 1992, cuando iniciamos la solera. Esto significa que en cualquier parte del mundo donde se encuentre una botella de Santa Teresa 1796, se hallarán rastros de ese ron original. Es nuestro legado venezolano, algo de lo que debemos estar orgullosos.
Cabe destacar que cada botella de nuestro ron Santa Teresa 1796 tiene una representación especial en su base: la cruz de Aragua, un ícono de nuestra hacienda. Esta cruz representa los cuatro pilares fundamentales de nuestra marca: nuestra historia de más de 225 años, nuestro origen en los valles de Aragua en Venezuela, la maestría alcanzada por nuestros maestros roneros y, por supuesto, nuestro propósito de ser una herramienta de transformación y cambio en nuestro entorno.
Una vez que el líquido ha pasado por el tercer añejamiento, llega el momento de los toneles. Estos toneles de limousin francés, con una capacidad de 18 mil litros, envejecen el ron durante seis meses adicionales. Aquí buscamos lograr la suavidad final, ese toque distintivo que caracteriza a nuestro ron.
Después de este último paso, el ron está listo para ser embotellado. Coby, un alcatraz que estuvo privado de libertad hoy es nuestro experto artesano, lleva a cabo el proceso de encerado. La botella se sumerge ligeramente en una caldera con cera caliente y, con un hábil movimiento, Coby extrae la botella, logrando el efecto de una gota que cae desde el tapón. Esta gota debe estar orientada hacia el aceite craquelado en las botellas. Luego, las botellas pasan a las mesas de etiquetado, donde se les colocan las etiquetas y el precinto fiscal. Así se completa nuestro Santa Teresa 1796.
Este ron ha sido reconocido por expertos como el mejor ron elaborado del mundo. Cada vez que alguien disfruta de nuestros productos en cualquier parte del mundo, están experimentando un pedacito de Venezuela, y eso es algo de lo que todos nosotros debemos sentirnos sumamente orgullosos.
Después de haber pasado por todo este riguroso proceso es momento de deleitarse y probar el resultado final.
Maestra, si me lo permite, me gustaría resaltar que este proceso completo es largo, laborioso y dedicado, pero requiere de paciencia y determinación. Como bien dijiste, la grandeza no se logra tomando atajos. Para obtener líquidos excepcionales, necesitamos procesos únicos. Y nuestro Santa Teresa 1796 es único, desde sus alcoholes hasta la porcelana con la que se presenta.
Complementa su alumna, Kharelys.Como pudieron ver en cada etapa de este proceso, estamos aquí para garantizar la calidad de nuestros productos, desde los alcoholes hasta el resultado final en la botella. Y lo más importante, no solo nos preocupamos por la producción de hoy, sino que nos aseguramos de garantizar la calidad durante los próximos 10 años. Cada ron que pruebes hoy será idéntico al que hicimos hace 5 años y al que haremos mañana. Para lograr esto, utilizamos nuestra maestría y magia para mezclar añadas anteriores con las actuales y obtener el mismo producto excepcional que probaste anteriormente.
La Hacienda de Ron Santa Teresa, produce uno de los rones más reconocidos y apreciados a nivel mundial, Santa Teresa se destaca como una empresa responsable y comprometida.
La experiencia nos ha permitido adentrarnos en la historia y los valores de esta emblemática hacienda. Hemos aprendido sobre su legado centenario, sus métodos de producción artesanal y la pasión que se refleja en cada botella de ron. Además, hemos comprendido la importancia de la responsabilidad social y la sostenibilidad en el contexto de la empresa.
En última instancia, la Hacienda de Ron Santa Teresa se presenta como un ejemplo destacado de excelencia en la industria del ron. Su enfoque artesanal, la calidad de sus productos y su compromiso con la comunidad y el medio ambiente la convierten en una elección de confianza para los amantes del ron. Sin duda, visitar la hacienda y degustar sus rones es una experiencia que combina historia, cultura y disfrute sensorial en un solo lugar.
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